A Pedro Sánchez le ha cegado el ansia de poder

El Rey iniciará la segunda ronda sin nadie dispuesto a afrontar la investidura. El PSOE insiste en que le toca a "una persona" del PP y Rajoy pide "un presidente con dignidad".
Rajoy o el estorbo nacional. Pedro J. Ramírez.
El dilema común de Rajoy y Sánchez: "O César o nada".
Opiniones apocalípticas...    FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ.
El matón, el faltón y el cobardón. Federico Jiménez Losantos.
El PSOE se niega a tomar la iniciativa: quiere que se vote un candidato del PP. El PSOE dice que es el "turno de Rajoy" y rechaza el "chantaje" de Iglesias. Deslizan, eso sí, que si el Rey se lo pide sí negociará.
El órdago de Iglesias y evitar un «Pleno a la portuguesa» marcaron el giro de Rajoy. Una conversación con el número dos de Passos Coelho, de visita en Madrid, alertó a La Moncloa de la necesidad de no dar bazas a Sánchez en el Congreso.
González reunirá a la vieja guardia para frenar a Sánchez.   Se siente «desengañado» con el líder del PSOE y otros ex dirigentes de peso se suman al veto a los independentistas y a Podemos.
Los ciudadanos quieren ya un nuevo Gobierno pero sin Sánchez ni Rajoy. La mayoría muestra su disgusto con la gestión de la situación por los líderes de PP y PSOE.
Albert Rivera se afianza como el líder político más valorado. Rajoy y Sánchez logran el peor resultado en aprobación ciudadana, según Metroscopia.
Tácticas que hunden a instituciones. La maniobra de Rajoy supone un doble desaire al rey y deteriora el papel del monarca.
Temen las consecuencias de un pacto PSOE-Podemos. Los ricos ponen rumbo a Londres, Suiza y Luxemburgo por miedo a un 'frente popular'. Los altos patrimonios tienen una enorme preocupación ante la hipótesis de un Gobierno de izquierdas en España y están abriendo cuentas en Suiza, Reino Unido o Luxemburgo por su estabilidad.
A LA BÚSQUEDA DE UNA DIFÍCIL INVESTIDURA. Ferraz redactó el comunicado de ataque a Podemos para apaciguar a sus barones. Sánchez y Luena conversaron con los líderes autonómicos y sus números dos para reescribir la estrategia vista la indignación generalizada contra Pablo Iglesias por haber "humillado" al PSOE